07 mayo 2010

Cenicienta


Y así fue que con la ayuda de su hada madrina, Cenicienta partió hacia la fiesta.

En el palacio las doncellas se peleaban por bailar con el príncipe,

hasta que de pronto, el príncipe y todos los invitados

quedaron maravillados por la belleza de Cenicienta.

Así fue Cenicienta, a pesar de sufrir tantas humillaciones,
de no entender porque sus hermanastras se habían ensañado como

así con ella y a pesar de sentirse muchas veces sola,

Cenicienta siempre podía contar con la ayuda de su hada madrina,

porque las hadas madrinas siempre ayudan a la gente de buen corazón,

y Cenicienta lo era. Por eso pudo perdonar a sus hermanastras,

y en lugar de odiarlas, les enseño el camino a la felicidad.

Un camino al que únicamente se llega si nunca pero

nunca abandonamos nuestros sueños.











Emii-*









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